La Navaja Común de Pallarès Solsona: Una Tradición de Calidad y Artesanía
La navaja Común de Pallarès Solsona es más que un simple instrumento de corte; es una pieza de historia y tradición que se remonta al siglo XVI en la ciudad de Solsona, España. La industria cuchillera de Solsona alcanzó su apogeo en el siglo XVIII, con 24 talleres de cuchillería que formaban parte de la Cofradía de San Eloy, patrón de los cuchilleros. Aunque la industrialización y la modernización han reducido el número de talleres a lo largo de los años, la empresa Pallarès, fundada en 1917, se mantiene como el único testimonio vivo de esta rica herencia.
La navaja Común se distingue por su hoja de acero carbono, conocida por su durabilidad y facilidad de afilado, aunque requiere un cuidado meticuloso para prevenir la oxidación. Disponible en varias medidas de hoja, desde los 7 cm hasta los 10 cm, esta navaja es apreciada tanto por su funcionalidad como por su estética clásica. El mango de plástico proporciona un agarre cómodo y seguro, mientras que la hoja con forma de hoja de laurel ofrece una versatilidad inigualable en el corte.
La navaja Común no es solo una herramienta, sino también un símbolo de la calidad y el compromiso de Pallarès Solsona con la excelencia. Cada navaja es afilada a mano, asegurando un filo superior que ha sido la marca distintiva de la empresa desde sus inicios. A lo largo de los años, Pallarès ha adaptado sus técnicas a las nuevas tecnologías, pero siempre manteniendo el objetivo principal de la calidad en el filo.
Hoy en día, Pallarès no solo sirve al mercado local en Cataluña y España, sino que también ha expandido su presencia a nivel internacional, llegando a países como Francia, Suiza, Alemania y varios en América del Sur. La tercera generación de la familia Pallarès continúa la tradición, seleccionando materiales de la más alta calidad y manteniendo el legado de una industria que es un orgullo para Solsona y para España.
Para aquellos interesados en adquirir una pieza de esta tradición, la Navaja Común de Pallarès Solsona está disponible para su compra en línea, con entrega en un plazo entre 1 y 3 días hábiles. Es una adquisición que no solo satisface las necesidades prácticas, sino que también conecta al usuario con una historia de artesanía y excelencia que perdura a través de los siglos.
La industria del cuchillo es una tradición solsonense que se remonta al siglo XVI. La empresa Pallarès, fundada en 1917, es actualmente el único testimonio de la importante industria cuchillera de Solsona.
Esta industria vivió su momento de máximo esplendor durante el siglo XVIII, cuando la ciudad de Solsona disponía de 24 talleres de cuchillería, agrupados en la Cofradía de San Eloy, patrón de los cuchilleros.
En el siglo XIX, en la ciudad había 8 talleres de cuchillería y a principios del siglo XX había 12, aunque basados en el trabajo artesanal y la mayoría de las cuales dejaron pasar la oportunidad de modernizarse.
En este contexto de incertidumbre nació la empresa Pallarès de la mano de los hermanos Lluís y Carles Pallarès Canal (el tío de Lluís ya era cuchillero), que pronto se caracterizó por el buen temple y el buen afilado de sus cuchillos, que vendían por toda la comarca del Solsonés y en las provincias de Barcelona y Girona.
En la década de 1960 pasan a dirigir la empresa los hermanos Jesús y Juli Pallarès Moncunill,hijos de Lluís. Comienza la modernización de la empresa y la ampliación de su mercado al resto de Cataluña y a toda España.
A mediados de la década de 1980 tan solo quedan 2 talleres de cuchillería y a principios de los años 1990 tan solo queda una, Cuchillería Pallarès.
A principios de este siglo la tercera generación se hace cargo de la empresa.
Continúa la modernización y adaptación a las nuevas tecnologías y se amplía el mercado hacia Francia, Suiza, Alemania y diferentes países de América del Sur.
Durante toda su trayectoria, Cuchillería Pallarès ha seleccionado y selecciona los materiales utilizados, siempre buscando la máxima calidad, y ha tenido y tiene como objetivo principal la calidad en el filo, por eso todos los cuchillos se afilan a mano. A pesar de todas las dificultades,
Pallarès, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, sin renunciar a sus orígenes en la tradición cuchillera artesanal de la ciudad de Solsona.
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